Que es el autoconcepto

teoría del autoconcepto

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El autoconcepto es la imagen que tenemos de nosotros mismos. ¿Cómo se forma y cambia esta imagen propia a lo largo del tiempo? Esta imagen se desarrolla de varias maneras, pero está particularmente influenciada por nuestras interacciones con personas importantes en nuestras vidas.

El autoconcepto tiende a ser más maleable cuando se es más joven y se está aún en el proceso de autodescubrimiento y formación de la identidad. A medida que uno envejece y aprende quién es y qué es importante para él, estas autopercepciones se vuelven mucho más detalladas y organizadas.

Pero cuando hay un desajuste entre cómo te ves a ti mismo (tu autoimagen) y quién desearías ser (tu yo ideal), tu autoconcepto es «incongruente». Esta incongruencia puede afectar negativamente a tu autoestima.

percepción

Los primeros psicólogos se dieron cuenta de que a menudo nos percibimos a nosotros mismos del mismo modo que nos perciben los demás. Esta tendencia se denominó el «yo del espejo» (Epstein, 1973). Teorizaron que el autoconcepto surge de las interacciones sociales porque a los seres humanos nos preocupa cómo nos ven los demás. Nuestro «yo» cambia entonces dependiendo del papel social que estemos desempeñando. Por ejemplo, nuestro autoconcepto puede ser diferente en el contexto de nuestra relación romántica que cuando estamos en el trabajo. Y podemos tener otros autoconceptos cuando estamos con nuestros padres o con nuestros amigos.

Nuestra personalidad incluye características personales, valores y creencias. Hay muchas partes que sintetizar. Por eso, algunos teorizan que el autoconcepto es algo así como el pegamento que mantiene unidas todas las piezas o un mapa que muestra cómo se relacionan las diferentes partes entre sí. Así que el autoconcepto tiene otra función: ayuda a integrar las nuevas piezas en el conjunto. El autoconcepto también puede determinar qué nuevos aspectos de la personalidad son aceptables. Si las nuevas partes no encajan con las antiguas, puede que no se permitan, asegurando así que nuestro sentido del yo se mantenga fiable e intacto (Epstein, 1973).

autoestima

El autoconcepto es nuestro conocimiento personal de quiénes somos, que abarca todos nuestros pensamientos y sentimientos sobre nosotros mismos física, personal y socialmente. El autoconcepto también incluye nuestro conocimiento de cómo nos comportamos, nuestras capacidades y nuestras características individuales. Nuestro autoconcepto se desarrolla más rápidamente durante la primera infancia y la adolescencia, pero el autoconcepto sigue formándose y cambiando con el tiempo a medida que aprendemos más sobre nosotros mismos.

El psicólogo social Roy Baumeister dice que el autoconcepto debe entenderse como una estructura de conocimiento. Las personas se prestan atención a sí mismas, observando tanto sus estados y respuestas internas como su comportamiento externo. A través de esa autoconciencia, las personas recogen información sobre sí mismas. El autoconcepto se construye a partir de esta información y continúa desarrollándose a medida que las personas amplían sus ideas sobre quiénes son.

Las primeras investigaciones sobre el autoconcepto adolecían de la idea de que el autoconcepto es una concepción única, estable y unitaria del yo. Sin embargo, más recientemente, los estudiosos han reconocido que se trata de una estructura dinámica y activa que se ve afectada tanto por las motivaciones del individuo como por la situación social.

tipos de autoconcepto

El autoconcepto se refiere a las ideas características de las personas sobre quiénes son y cómo son. Aunque los psicólogos hablan a menudo del autoconcepto, el autoconcepto de una persona suele consistir en una colección de ideas sueltas más que en una única concepción unificada del yo. El autoconcepto se basa en la experiencia subjetiva. Esto significa que el autoconcepto de una persona puede ser diferente de cómo es en realidad.

Uno de los primeros psicólogos que escribió sobre el autoconcepto fue William James, un psicólogo de finales del siglo XIX. James distinguió entre el yo y el yo. El yo es la parte del individuo que percibe y piensa activamente. El ME es la parte del yo que se convierte en objeto de los pensamientos y percepciones de la persona. El autoconcepto se relaciona principalmente con el YO.

Tener un autoconcepto es un rasgo exclusivamente humano. La capacidad de formar un autoconcepto evolucionó presumiblemente porque promovía la supervivencia y la reproducción entre los primeros humanos. Como las personas tienen un autoconcepto, pueden considerarse a sí mismas en tiempos y circunstancias alternativas. Por lo tanto, una función adaptativa del autoconcepto consiste en ayudar a las personas a planificar el futuro. Los objetivos, en particular los ideales y las obligaciones, son, en efecto, fundamentales para el autoconcepto de las personas. Cuando el yo actual de una persona difiere de su yo deseado, esto motiva a la persona a tomar medidas para acercarse al yo deseado. Otra función adaptativa del autoconcepto es facilitar el comportamiento social. Cuando las personas se ven a sí mismas de forma similar a sus compañeros de interacción, esto ayuda a las personas a predecir cómo se comportarán los demás con ellas. Un entorno cultural compartido puede llevar a las personas a interpretar sus autoconceptos de forma similar. Por ejemplo, las personas que viven en culturas occidentales, como Estados Unidos o Francia, tienden a considerarse más independientes de los demás. En cambio, las personas que viven en culturas orientales, como Japón o la India, tienden a considerarse más dependientes de los demás. Cuando las personas tienen un concepto similar de sí mismas, pueden entenderse mejor.

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