Aprender a dejar ir

Aprender a soltar la canción

Tanto si los miembros de tu familia son algunas de tus personas favoritas en el mundo como si no, lo más probable es que de vez en cuando te saquen de quicio. A veces, las personas más cercanas a nosotros son las que mejor saben sacarnos de quicio. He aquí algunas estrategias que puede utilizar para lidiar con los miembros frustrantes de la familia durante las fiestas (o en cualquier momento del año).

Aunque las reuniones navideñas son una forma estupenda de celebrar, soltarse y pasar tiempo con la familia y los amigos, para los que no beben (o beben mucho), los eventos festivos y cosas como las horas felices, los cumpleaños con alcohol, las bodas y las fiestas pueden ser difíciles de manejar. He aquí algunos consejos para gestionar -y disfrutar- las reuniones cuando no se bebe o simplemente no se bebe tanto como los que nos rodean.

Existe una idea moderna generalizada de que el miedo es algo que hay que superar. Pero, ¿qué ocurre cuando incluso la posibilidad de que el miedo aparezca en tu horizonte es tan abrumadora que la sola idea de experimentar un poco de miedo te hace entrar en pánico o en una sensación de agobio?

Aprender a dejar ir a alguien

Aprender a dejar ir es mucho más difícil que aferrarse. En palabras de Ann Landers: «Algunas personas creen que aferrarse y aguantar son signos de gran fortaleza. Sin embargo, hay momentos en los que se necesita mucha más fuerza para saber cuándo dejar ir y luego hacerlo.»

«Puedes pasarte minutos, horas, días, semanas o incluso meses sobreanalizando una situación; intentando encajar las piezas, justificando lo que podría haber pasado, habría pasado… O puedes dejar las piezas en el suelo y seguir adelante, joder». – Tupac Shakur.

Leer más  Tipos de aprendizaje psicologia

Todos los seres humanos han sido heridos emocionalmente en algún momento de sus vidas. Nuestra capacidad de sentir dolor es universal. Sin embargo, las investigaciones sugieren que cuando las emociones obstaculizan nuestra capacidad para sanar de un acontecimiento doloroso, es una indicación de que no estamos avanzando de forma orientada al crecimiento.

Muchos padres experimentarán el aterrador momento en el que tendrán que soltar a su hijo y dejar que explore el mundo por sí mismo. Comienza con su primer paso y sólo empeora con el tiempo, hasta que se van a la universidad o consiguen su primer trabajo y se mudan de casa. En este caso, aprender a soltar el control puede ser muy difícil.

Aprender a soltar y dejar a dios

Es propio de la naturaleza humana luchar por las cosas que nos importan. Es posible que añoremos el pasado, que deseemos que alguien a quien amamos no nos haya dejado, o que nos aferremos a la rabia de las veces que nos trataron injustamente. Pero aferrarse a cosas y personas que ya no podemos tener no es bueno para nosotros. Nos mantiene atascados en los recuerdos de nuestro pasado y nos impide notar y apreciar lo que tenemos ahora. Por eso vamos a hablar de cómo soltar todas las cosas a las que tendemos a aferrarnos durante demasiado tiempo: el pasado, la ira, el amor, el miedo, etc. Antes de entrar en materia, hemos pensado que quizá quieras empezar por comprobar tu nivel actual de bienestar. Puedes obtener tu informe personalizado gratuito si realizas nuestro test de bienestar. ¿Y para nuestros empresarios, coaches y consultores de bienestar? Puedes descargarte nuestro libro electrónico sobre el crecimiento de los negocios de bienestar para obtener consejos, herramientas y recursos de expertos para lograr un mayor impacto y hacer crecer tu negocio de bienestar rápidamente.

Cuando hablamos de soltar, no estamos hablando realmente de agarrar algo con las manos. En psicología, soltar se refiere más bien a soltar mentalmente, o a soltar mentalmente el apego a algo. En lugar de luchar para que alguien esté en nuestra vida o para que algo resulte de cierta manera, dejamos ir esa necesidad o deseo y en su lugar aceptamos lo que es o lo que tiene que suceder. Esto hace que la aceptación -o abrazar activamente las experiencias, los pensamientos y los sentimientos (Hayes et al., 2004)- sea una parte crucial de lo que significa dejar ir.¿Por qué es tan difícil dejar ir? A los seres humanos nos gusta mucho aferrarnos a las cosas, incluso a las que sabemos que son malas para nosotros. Una de las razones es probablemente que cuanto más sentimos que nos conocemos, más nos gustamos (Baumgardner, 1990). Si ya nos conocemos como alguien que está en una relación con otra persona determinada, puede que no nos conozcamos tan bien si esa relación termina. O, si dejamos un trabajo -incluso un trabajo que odiamos-, ¿a qué nos dedicaremos entonces? O, lo que es más importante, ¿quiénes seremos entonces cuando no seamos la persona con esa carrera? Conocernos a nosotros mismos es una parte tan importante de nuestro bienestar que dejar de lado algo fundamental para la forma en que nos vemos a nosotros mismos puede ser aterrador. No sabemos quiénes seremos ni cómo nos sentiremos. Y como resultado, podemos quedarnos atascados, aferrándonos a las cosas buenas y malas de nuestra vida, con miedo a dejarlas ir.

Leer más  Bebe 10 meses no gatea

Citas para aprender a soltar

Los sentimientos de estrés pueden manifestarse de diferentes maneras en cada persona. En algunos casos, la tensión interna surge porque las situaciones de nuestra vida no se ajustan a nuestras expectativas internas, o porque las cosas no salen según nuestro plan. A lo largo de los años, he aprendido que esta tensión interna puede darse con mayor intensidad en las personas que tienen una mayor autoeficacia y un locus de control interno.

Leer más  Que es un estímulo

Definimos la autoeficacia como una fuerte creencia en nuestra capacidad personal para alcanzar nuestros objetivos. El locus de control interno se relaciona con la creencia de que los resultados de la vida están dentro de nuestro poder. Es lo contrario del locus de control externo, en el que uno suele creer que los resultados y las situaciones de la vida están fuera de su control.

Si uno se identifica con una fuerte autoeficacia y un locus de control interno, esto puede ser tanto positivo como negativo. El lado positivo de esto es que nos comportamos activamente de una manera que nos mueve hacia lo que deseamos, y tenemos una fuerte creencia en nuestra capacidad para hacerlo con éxito. Sin embargo, el lado negativo es que, como creemos firmemente que podemos controlar los resultados de nuestra vida, podemos sentirnos abrumados cuando las situaciones están fuera de nuestro control. Esta idea puede referirse tanto a casos pequeños como a otros más significativos en nuestras vidas, ya sea que estemos atrapados en el tráfico, que perdamos un trabajo debido a la reducción de una empresa, o que algo se interponga en el camino para obtener una meta personal.